top of page

Cuando la vergüenza afecta nuestra valoración personal

  • Foto del escritor: Mónica Caballero Andrade
    Mónica Caballero Andrade
  • 14 dic. 2020
  • 2 Min. de lectura

Cuando nos dejamos llevar por la vergüenza excesiva optamos por no mostrarnos de manera auténtica, por el miedo de ser objeto de juicios y críticas. Nos enfocamos en el que dirán, experimentando ansiedad cada vez que percibimos que no somos aceptados o que no realizamos las cosas de la manera en que los demás lo esperan, nos tornamos súper-exigentes con nosotros mismos, unido a una autocrítica destructiva, cediendo el control de nuestra vida en manos de la valoración que hagan los demás sobre nosotros.


Por lo tanto, se podría decir que la vergüenza surge cuando creemos que actuamos peor que el resto de las personas de nuestro alrededor. El sentimiento de estar haciendo las cosas mal nos crea inseguridad, en parte, porque buscamos constantemente la aprobación, la aceptación y la estima de las personas que nos rodean.

Todo ello, conlleva dolor e impide la recta valoración personal, porque no nos aceptamos y amamos tal cual somos, acompañado de un desprecio hacia nosotros mismos, percibiéndonos inferiores a los demás, frágiles y débiles, generando inseguridad por lo cual interfiere en nuestras actividades de la vida diaria limitándonos.

Asimismo, cuando la vergüenza se convierte en el foco de nuestra vida, puede ocasionar trastornos obsesivos, compulsivos o una rigidez extrema, así como trastornos de ansiedad, fobia social, depresión, etc.

Este exceso de vergüenza y de autocrítica muchas veces se genera en sucesos difícil o heridas afectivas experimentadas en la infancia, como el abuso, el bullying escolar, el rechazo, la crítica e híper-exigencia por parte de los padres, lo que conllevó a una alta sensibilidad a las amenazas de rechazo o críticas y ser muy proclives a sentir vergüenza.

Por ello, es importante siempre tener en cuenta que somos valiosos por hecho de ser personas, independientemente de nuestras acciones o lo que digan los demás, y debemos empezar a aceptarnos a nosotros mismos con nuestras debilidades y fortalezas, y que todos somos únicos y diferentes, lo cual no nos hace inferiores a los demás.

Ejercicio para vencer la vergüenza

Cuando nos sintamos muy avergonzados y que esto nos impida realizar nuestras actividades o alcanzar nuestras metas, es importante recordar aquellos momentos en que hemos llevado a cabo resultados positivos, o alcanzado algún logro que nos hemos propuesto, resaltando aquellos momentos en que hemos utilizado nuestras fortalezas y capacidades para ello, las cuales las podemos utilizar en otras situaciones, aunque los demás no lo vean.

  1. Haz una lista de tus fortalezas y capacidades

  2. Describe algunas situaciones en que las hayas utilizado y obtuviste lo propuesto

  3. Escribe cómo puedes utilizar esas mismas capacidades en otras situaciones futuras que tal vez te generen vergüenza.


ree

 
 
 

Comentarios


Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

©2020 por Mónica Caballero. Creada con Wix.com

bottom of page